Octave Parango, el protagonista de 13'99 euros, vuelve a la carga. Unas cuantas cosas han cambiado, pero él mantiene intactas sus neurosis y su peculiar forma de enfrentarse a la realidad. Pero Octave ya no es redactor publicitario; ahora vive en Rusia y trabaja como cazatalentos para Ideal, líder mundial de la industria cosmética. Y los talentos que debe encontrar están en la superficie, saltan a la vista, por así decirlo. Porque lo que el francés busca en un Moscú de sueños, diversión y pesadillas, son chicas guapas, las más guapas del mundo, a ser posible.

En esta descarnada y desternillante novela nos sumergimos en el Moscú más moderno, con atascos monstruosos y boutiques de superlujo, donde poderosos oligarcas ostentan sus Rolex de oro en un brazo, pasean en el otro a nínfulas de piernas infinitas y compiten con sus colegas por tener en su cama a la más joven, a la más guapa, la carne más fresca.

De la mano -y a través de la mirada- de uno de los más agudos e hilarantes antihéroes del siglo XXI, Beigbeder nos ofrece una ácida crónica en la que los temas son eternos y contemporáneos, el cuerpo, la belleza y el sexo; la impudicia del dinero y las locuras de la mundialización. Pero Socorro, perdón es también la historia de un amor loco, el que siente Octave por Lena, una etérea rubia de ojos claros y catorce años...

«La revista Lire, donde Beigbeder publica cada mes una crónica que subleva a unos e hipnotiza a otros, pero que todos leen, se pregunta en uno de sus titulares si el escritor es un bufón o un escritor. Lo justo es anunciar en grandes letras que es un bufón muy divertido y un inteligente escritor. Siempre divertido, y con cada novela, mejor escritor» (Bernard Pivot, Le Journal du Dimanche).

«La mejor novela publicada por Beigbeder hasta la fecha; yuxtapone con mano maestra la dimensión íntima y la sociopolítica... En ella reencontramos el mismo humor y la burla de sí mismo de los libros anteriores, pero en esta novela asoma una seriedad nueva, una melancolía literariamente muy prometedora» (Fabrice Lardreau, Le Magazine Littéraire).

«Beigbeder vuelve a seducir a todos los que están ansiosos por sumergirse en un mundo donde el amor dura tres años, donde moda y arte se confunden y la "plutocracia deseante" ha reemplazado al capitalismo» (Alexandre Fillon, Livres Hebdo).

«Discotecas, concursos de belleza, sesiones de fotos libidinosas, orgías en las residencias de los oligarcas... Octave, entre el deseo y el rechazo, se deja seducir por el juego del fashismo -neologismo resultante de la fusión de fascismo y fashion-, la diversión de moda en los dorados bajos fondos de un país donde la intensidad del frenesí y la violencia sólo son comparables a la magnitud de la amnesia colectiva» (Christine Rousseau, Le Monde).

«Octave pide socorro, se disculpa por las molestias ocasionadas. Frédéric Beigbeder se dedica el libro a sí mismo. Una actitud muy propia de nuestra época. El narcisismo sólo nos lleva a nosotros mismos: vivimos en un "mundo de solos". Tierra de extremos para un alma arrasada, el capitalismo lo corrompe todo. En este desierto helado de sentimientos, los personajes se aprietan unos contra otros. Para no sentir el frío» (Flore Vasseur, Le Figaro).