ISBN | 978-84-339-7832-5 |
EAN | 9788433978325 |
PVP CON IVA | 19.9 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 272 |
COLECCIÓN | Panorama de narrativas |
CÓDIGO | PN 802 |
TRADUCCIÓN | Carlos Gumpert |
PUBLICACIÓN | 22/03/2012 |
Viajes y otros viajes
COLECCIÓN:Panorama de narrativas
«Soy un viajero que nunca ha hecho viajes para escribir sobre ellos, algo que siempre me ha parecido una estupidez. Sería como si uno quisiera enamorarse para poder escribir un libro sobre el amor.»
Pero lo indudable es que Antonio Tabucchi ha viajado mucho. Y que ha escrito acerca de sus viajes. Textos con destinos de lo más variado y con un efecto hasta ahora inevitablemente dispersivo. Este libro invierte tal tendencia, pasando lista a los lugares visitados y revisitados. Y a las escrituras que los han relatado. Remodelándolas. Y el resultado es una obra muy especial, que sobre el mapa del mundo despliega el mundo contiguo de las vastas lecturas que han anticipado, provocado y acompañado siempre esos viajes. Los lugares son nombres, etapas, residencias. Pero lo que más importa es la civilización de mirar, de rememorar y de relacionar los lugares con la gente. El ir y el demorarse. El descubrir, junto a su belleza, la diversidad del mundo.
De esta forma, vemos a Antonio Tabucchi sentado en el zócalo de la estatua del abate Faria en Goa, en la India; delante del templo de Poseidón, en el Cabo Sunión, en Grecia; en el «cementerio marino» de Sète, en Languedoc. Y allí, con él, compartimos la reminiscencias de El conde de Montecristo, los versos de Sophia de Mello Breyner, el «mar que se repite» de Paul Valéry. Lo vemos de noche atisbando las grandes estatuas barrocas de Aleijadinho en Congonhas do Campo, en Brasil, o dejándose inspirar por Cortázar en las salas de Paleontología del Jardín des Plantes, en París. Y además se vuelve presencia afectuosa cuando nos acompaña con sencillez mientras subimos por determinada calle, una pequeña calle de «su» Lisboa y nos muestra la evidencia de un sentimiento de comprensión no inmediata, como la saudade.
No obstante, el mapa ideal de este libro se abre también a lugares que visitamos «por persona interpuesta»: las ciudades fantásticas de los escritores, las geografías imaginarias, las historias literarias. En uno y otro caso -en los viajes reales tanto como en los imaginarios-, Tabucchi nos invita a movernos y a regresar. En cada ocasión la cita resulta una sorpresa porque el mundo es siempre ajeno, un descubrimiento de nosotros mismos a través de los demás.
«Para Tabucchi, el verdadero viaje es la escritura... Los itinerarios de un turista del alma» (Paolo Mauri, La Repubblica).
«El viajero de Tabucchi es aquel que ejerce al máximo su libertad: dando ese paso de más necesario para volver a apropiarse de ese mundo que, a primera vista, le ha sido sustraído para siempre. El viaje de Tabucchi se mantiene siempre en equilibrio entre la descripción y su contragolpe interior» (Emanuele Trevi, La Stampa).
«Te entran ganas de viajar y de no detenerte nunca» (Giovanni Dozzini).
«Un atlas de conocimiento: viajes que dan pie a evocar la historia, el arte, la literatura, y a observaciones, asociaciones y reflexiones nunca triviales» (Roberto Duiz, Il Manifesto).
ISBN | 978-84-339-7832-5 |
EAN | 9788433978325 |
PVP CON IVA | 19.9 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 272 |
COLECCIÓN | Panorama de narrativas |
CÓDIGO | PN 802 |
TRADUCCIÓN | Carlos Gumpert |
PUBLICACIÓN | 22/03/2012 |
Antonio Tabucchi (1943-2012) está considerado el mejor escritor italiano de su generación y goza de un amplio prestigio internacional. En Anagrama se han publicado Piazza d’Italia, El barquito chiquitito, El juego del revés, Dama de Porto Pim, Nocturno hindú, Pequeños equívocos sin importancia, La línea del horizonte, Los volátiles del Beato Angélico, El ángel negro, Réquiem, Sueños de sueños & Los tres últimos días de Fernando Pessoa, Sostiene Pereira, La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, Se está haciendo cada vez más tarde, Autobiografías ajenas, Tristano muere, El tiempo envejece deprisa, Viajes y otros viajes y Para Isabel. Un mandala, así como los ensayos de La gastritis de Platón y La oca al paso.
Foto © Stelious Skopelitis