Sarah quiere gozar. Y esa búsqueda la lleva a aventuras que la vuelven cada vez más hermosa, más indecente. Pero sólo en el hombre que llegará a ser su «viejo amante» encontrará la comprensión, intelectual y amorosa, que necesita para poder entregarse y alcanzar el éxtasis. Bajo el seudónimo de Sarah se oculta una joven de veinte años, licenciada en filosofía y estudiante del Instituto de Ciencias Políticas de París, que afirma: «Quisiera que la vida fuera un orgasmo perpetuo». Ha querido permanecer en el anonimato fundamentalmente, según ha confesado, para no escandalizar a sus padres, que no conocen toda la verdad...