ISBN | 978-84-339-0317-4 |
EAN | 9788433903174 |
NÚM. DE PÁGINAS | 64 |
COLECCIÓN | Cuadernos Anagrama |
CÓDIGO | CA 17 |
TRADUCCIÓN | José Batlló |
PUBLICACIÓN | 01/01/1971 |
Dos «pastiches» proustianos
Marcel Proust intenta vender un «De Dion-Bouton» / Charlus en Bearn
COLECCIÓN:Cuadernos Anagrama
Descatalogado.
Los relatos de Dos pastiches proustianos, «Marcel Proust intenta vender un De Dion-Bouton» y «Charlus en Bearn»– son una buena muestra de la fascinación de Vilallonga por los prosistas del Gran Siglo francés y una auténtica joya literaria. Publicados en 1971, cuando se cumplía un siglo del nacimiento de Proust, Villalonga nos desvela en la introducción: «La admiración que profeso al genial escritor, cuyo natalicio se conmemora en este año de 1971, arranca de mis tiempos de estudiante.» Villalonga relata así su admiración por Proust: «Aquella inteligencia lúcida, imbricada de realidad y fantasía, aquella sensibilidad dubitativa, casi enfermiza, compleja, llena de humor parisién, me deslumbraron vivamente.»
Serie: Literatura.
ISBN | 978-84-339-0317-4 |
EAN | 9788433903174 |
NÚM. DE PÁGINAS | 64 |
COLECCIÓN | Cuadernos Anagrama |
CÓDIGO | CA 17 |
TRADUCCIÓN | José Batlló |
PUBLICACIÓN | 01/01/1971 |
Llorenç Villalonga (Palma, 1897-1980) vivió los años treinta entre el aficionado a épater le bourgeois —de ahí su divertida novela Mort de dama (1931)—, el gusto por las vanguardias arquitectónicas y el conservadurismo ideológico teñido de Ortega y Spengler. Durante la Guerra Civil —que estalla cuando está a punto de cumplir cuarenta años— viste camisa azul y da charlas radiofónicas contra la República, aunque acaba venciéndose al escepticismo. Letor de los memorialistas del Gran Siglo, de Voltaire, Anatole France y Marcel Proust, la huella afrancesada es una constante en su obra literaria. Cuando aparece Bearn o la sala de les nines (1961), Villalonga se convierte en el gran novelista de la memoria de la literatura catalana y obtiene el Premio de la Crítica. Ya es un hombre mayor y un escritor que ha combinado su oficio con la subdirección del Manicomio de Palma. Asumido el catalán como su única lengua literaria, Villalonga publicó o reeditó quince novelas más, una autobiografía, varias piezas teatrales y algunos libros de relatos. De uno de ellos —El lledoner de la clastra— surgen estos Dos pastiches proustianos.
Foto © Fundació Casa Museu Llorenç Vilallonga