Este libro reúne siete excelentes relatos de un escritor aún desconocido, Pablo J. d'Ors: un estreno que no pasará desapercibido.

En El sobrino de Bernhard el portero de una institución científica, un hombre desproporcionadamente gordo y orgulloso, se obsesiona con las obras del escritor Thomas Bernhard, hasta el punto de que su existencia va pareciéndose más y más a la del narrador y dramaturgo austríaco. Pero sucede lo insólito: enclaustrado en su garita, el vigilante se enamora locamente de una mujer de notable parecido con la actriz Carole Bouquet, evento que descabalará las coordenadas de su vida.

En La amante eslovaca el novelista Milan Kundera viaja desde su exilio parisiense a un viejo monasterio de Bratislava, donde tiene lugar un congreso de narrativa centroeuropea. Pocos minutos después de su llegada, la organizadora del encuentro se convierte en su amante. Pero algo enturbia el éxito erótico obtenido por el escritor: acompañado por los redobles de un tambor, irrumpe en escena Günter Grass, quien da claras pruebas de un egoísmo estructural.

La joven Beatriz percibe aterrorizada que está perdiendo estatura por culpa de la misteriosa y prolongada huelga de la universidad florentina y por la imposibilidad de iniciar su tesis doctoral sobre La divina comedia. En su desamparo, recurre a Pierpaolo Pizzi, un estudioso de los cuentos de Boccaccio, quien presenciará el triste espectáculo de la progresiva disminución física de su amiga: éste es el tema de La inexistencia, el tercer relato.

El monje secular narra una jornada en la vida de Fernando Pessoa: en el bar, donde conoce a un extraño llamado Álvaro Do Campos Do Freitas Sacarneiro, aunque más tarde él le llamará Alberto Calvo do Nadie; en su oficina, donde se refugia en su prosa y en sus hojas de cálculo; en las calles de su Lisboa natal, donde se recrea en la extraordinaria normalidad de las gentes de su barrio; y, tras una jornada lluviosa, en su propio hogar, donde el escritor portugués se debate contra el insomnio.

Mediante calculadas estrategias, Goethe hace comprender a Eckermann, su secretario, que la consagración a la literatura que pretende sólo puede realizarla dedicándose a él en cuerpo y alma. Pero en un paseo campestre, un hombre siniestro de nariz aguileña hace ver al esclavizado Eckermann -El esclavo de Goethe- la servidumbre espiritual y artística en la que vive.

En La lógica de los pies, dedicado a Italo Calvino, el pobre Vittorio Pozzobone, urgido por una incontenible necesidad erótica, acuerda una cita con la dueña de unas caderas prodigiosas, masajista de profesión. Una vez que están juntos, y tras percibir horrorizado que Rita es mucho más fea de lo que podía recordar, Vittorio se propone huir de aquella fealdad, cosa que no le resultará tan fácil. Pero sucede lo extraordinario: Rita masajea los pies de Vittorio, otorgándole la experiencia más insólita y placentera de su vida.

En el último relato, El estreno, poco antes del inicio de la première, una taquillera impide que el adaptador escénico de Canción de Navidad, basado en el clásico de Charles Dickens, pueda entrar en el recinto para ver su propio espectáculo. Pablo J. d'Ors y esta mujer de gafas de pasta de colores discuten en torno a la reserva de entradas y a la autoría de la pieza.