En línea con la mejor tradición narrativa del Deep South y con un estilo que combina el lenguaje adolescente con una gran maestría técnica, Edisto es la excelente novela con la que debutó un joven escritor, Padgett Powell.

Edisto es el nombre de una localidad costera de Carolina del Sur en la que el joven Simons Manigualt, hijo de padres separados, vive precozmente el ingreso en la pubertad. El chico, que tiene prisa por crecer, frecuenta el Grand, un bar de negros en donde se le acepta debido, entre otras cosas, a que es hijo de la Duquesa, una blanca así apodada a causa de sus extravagancias etílicas.

Otro cliente del bar es Taurus, un personaje lacónico y enigmático que ejercerá de figura paterna e instruirá al joven en el difícil arte de observar el mundo sin arrogancias. Guiado por Taurus, Simons seguirá varios ritos de iniciación (la primera cita con una chica, la primera borrachera, asistir a un primer combate de boxeo) y aprenderá que las cosas simplemente suceden y que no es preciso hacer demasiadas preguntas acerca de cómo van a ser, pues basta con tumbarse a esperar a que ocurran, y sólo entonces actuar en consecuencia.

Pero este paraíso no podía durar eternamente, y terminará para Simons el día en que la Duquesa y el Progenitor resuelvan sus diferencias en una solución de compromiso y envíen al chico a un internado militar de lujo, de modo que Simons pasará de ser una anomalía en un remanso de negros a una anomalía cercada por una pandilla de pijos vestidos de caqui, sellándose definitivamente el pasado y el ambiente mágico de Edisto.

Sólo quedará finalmente Edisto, el testimonio del cuaderno manuscrito por Simons por orden de su madre, que quiere que el chico sea escritor, un cuaderno delicioso, salpicado de toques cómicos y escenas brillantes, que Padgett Powell salvó para nosotros.

«Edisto es una primera novela verdaderamente notable, tanto por la historia que cuenta como por su extraordinario uso del lenguaje. Recuerda a El guardián entre el centeno, de Salinger, pero es mejor: más incisiva, más divertida, más mordaz.»  (Walker Percy)

«Un libro sensacional, lleno de visiones, sonoridades y sentimientos nuevos. Padgett Powell teje un maravilloso tapiz lingüístico a partir del habla cotidiana; sus personajes, blancos y negros, nos dicen cosas que nunca habíamos escuchado antes. Es un libro penetrante, audaz y brillante.» (Donald Barthelme)