La librería Antonio Machado se fundó en el año 1971 en Madrid, en el mismo local donde anteriormente se ubicaban una tienda de sombreros. Nació como un lugar de encuentro donde se hacían conciertos, exposiciones y muchos mítines, coloquios y presentaciones de libros. Con la muerte de Franco, y después de acabar el champán, la entonces dirección de la librería perdió el interés en continuar con el negocio y la vende en 1975 a José Miguel García Sánchez, editor, librero y distribuidor de Visor. Hoy su hijo Aldo regenta las dos librerías de la capital.

Nuestro café virtual con Aldo:

¿Cómo lleváis estos días? ¿Qué mensaje enviarías a los lectores desde tu confinamiento?

Vivo en el centro de Madrid, un barrio que habitualmente no duerme nunca, donde el silencio lo rompe una moto, un coche, las risas de un grupo de transeúntes… vivo además en un primer piso por lo que oigo muchas de las conversaciones que se desarrollan de esquina a esquina de mi calle. Estos días sin embargo no escucho nada, ni motos, ni coches, ni tengo ocasión de espiar desde el balcón, solo rompe el silencio el canto de algún pájaro por la mañana y los aplausos de las ocho, que sirven, además de para homenajear a quien más lo merece, para saber que tus vecinos siguen ahí, que no estamos solos y que el silencio es solo un paréntesis.

¿Qué actividades está haciendo la librería durante estos días?

Todas las mañanas descargo los pedidos de la web, tengo la suerte de vivir a unos metros de una de ellas, los preparo y los envío. Contesto correos, mensajes y llamadas de teléfono. Una vez que he terminado utilizo el silencio que me rodea para leer, ver películas, escuchar música o ver series y, como diría Karl Kraus, a contestar a preguntas sobre lo que estoy haciendo durante el confinamiento.

¿Qué haréis cuando volvamos a la normalidad?

Seguramente lo primero es llevar a mi hija a tomar algo dulce en un sitio con terraza y absorber vitamina D durante un par de horas. Durante la cuarentena cumplirá quince años. En las librerías intentaremos ponernos al día inmediatamente, un librero es su relación con los lectores, muchos de ellos amigos, el simple hecho de levantar la persiana ya será recuperar un espacio de encuentro que ayudará a normalizar lo antes posible este terrible momento.  

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¡Gracias, Aldo y gracias a todo el equipo de la librería Antonio Machado!

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Visita la web de la librería: www.machadolibros.com