«En los últimos setenta años, los intelectuales occidentales se han interesado por los modelos de pensamiento de pueblos que, a pesar de ser contemporáneos, tienen culturas que son a un tiempo orales, preindustriales y precientíficas. Una de las causas de ese interés es la creencia en que dichos modelos de pensamiento nos proporcionan una clave sobre la naturaleza de nuestra propia herencia perdida, una herencia destruida —según se cree— por el avance de la ciencia.

La otra causa es la creencia en que sólo mediante el estudio de los sistemas de pensamiento precientíficos podemos conseguir una visión clara de la naturaleza de la ciencia. Sólo en caso de que tengamos alguna idea sobre lo que es vivir en un mundo en el que todavía no se ha impuesto el punto de vista científico, podemos estar absolutamente seguros de cuáles son los rasgos distintivos de dicho punto de vista y cuáles son simples universales del pensamiento humano.

Lo mejor que puede hacer quien desee entrar en ese terreno de investigación trascendental es empezar con un estudio minucioso de los grandes filósofos-sociólogos franceses, Lévy-Bruhl y Émile Durkheim. Entre los dos han ejercido una influencia enorme en el estudio comparado del pensamiento humano; e incluso hoy muchas de las ideas que predominan en dicho terreno derivan de sus obras.

En el presente artículo, voy a comenzar comparando las ideas de Lévy-Bruhl y Durkheim sobre la relación entre pensamiento «primitivo» y pensamiento «moderno». Voy a mostrar que han legado a la posteridad dos concepciones diferentes de dicha relación. También voy a mostrar que, a pesar de que antropólogos y sociólogos se han inclinado profundamente en favor de una de dichas concepciones, los datos hablan vigorosamente en favor de la otra. Voy a acabar sugeriendo cómo puede ser que se haya producido esa curiosa situación.

En gran parte de las siguientes páginas, voy a ocuparme de las opiniones de los dos maestros y de sus discípulos sobre la naturaleza de las ideas sobre los seres espirituales y otras influencias inobservables. Durante mucho tiempo se ha considerado la desaparición de dichas ideas de grandes sectores del pensamiento humano como uno de los indicios principales de la transición de «primitivo» a «moderno». Y por lo que vamos a decir, ha de quedar claro que el desacuerdo con respecto a la naturaleza de dichas ideas es un factor importante en el desacuerdo con respecto a la naturaleza de la revolución científica.

Fragmento del cuaderno.

Serie: Sociología y Antropología.
Dirigida por Josep R. Llobera.