Descatalogado

Klaus Croissant, un abogado inicialmente dedicado a asuntos de derecho civil y derecho de prensa, empezó a defender a estudiantes y manifestantes antiimperialistas en los años 1967 y 1968, y a partir de 1971 se consagró, hasta su interdicción, a la defensa de los miembros encarcelados de la RAF (Rote Armee Fraktion).

Este libro recoge la defensa, efectuada por él mismo, de Klaus Croissant, actualmente en Stammheim, como resultado del decidido propósito del gobierno alemán de criminalizar a los abogados defensores del grupo Baader-Meinhof.

Klaus Croissant había pedido asilo político en París en julio de 1977. Tras fuertes presiones del gobierno de Bonn, se concedió su extradición el 1 de noviembre del mismo año, a pesar de una jurisprudencia francesa que hasta entonces parecía firme.

Croissant efectúa una defensa política, erigiéndose en acusador del tribunal que lo juzga, así como del llamado «Estado más libre de la historia alemana» que, en palabras de Croissant, es «el Estado de las interdicciones profesionales, de la penetración policíaca en la sociedad y en sus instituciones, el Estado de la vigilancia total», y muestra «la marcha de la República federal hacia un nuevo fascismo, más refinado y peligroso que el cerril fascismo pardo de antes», propiciada por los intereses del gran capital multinacional, por la presencia de antiguos nazis en puestos decisivos del gobierno, así como por la gerencia socialdemócrata de la crisis imperialista.

Klaus Croissant concluye así su alegato: «El combate por el derecho a la defensa debe ser emprendido sobre la base más amplia posible, como parte de la lucha nacional e internacional por los derechos de la libertad. Debe ser emprendida en el plano internacional para impedir que la sofocación de los derechos de la libertad y de toda verdadera oposición en la República federal —la omnipresencia policial en el Estado y la sociedad— se convierta en un modelo para Europa».