Descatalogado.

Puede decirse que el comunismo consiste en una materia marxista actualizada en forma leninista; sin embargo, toda forma constriñe, bien a su pesar, las potencialidades internas de la materia. La tarea más urgente que se le plantea, hoy, al movimiento revolucionario, es la crítica marxista al modo de producción soviético.

¿Qué es lo que es la libertad? Parece preciso un viraje epistemológico, capaz de construir un objeto teórico autónomo, al margen de todo humanismo liberal; el anarquismo clásico rozó la oligofrenia por ello: nada se puede derivar de la soberanía del individuo. Marx lo vio claro y fue capaz de pasar al otro lado del espejo, más allá del reflejo antropomorfo. La libertad, como el anarquismo, o será marxista o no será: es preciso des-cubrirla, revelarla.

Se supone desde siempre que la verdad es el límite de la libertad; su no-ser, por así decirlo: sólo habría libertad en el sometimiento a la verdad. Pero Marx nos recordó que toda verdad es una cuestión práctica: de relevancia productiva, en último extremo. Toda producción es una transformación creadora: de valor, de poder, de cognición, de deseo. Y si producir es añadir valor, poder, cognición, deseo, a lo ya dado, a lo hecho, ello implica ausencia de unidad: pues lo uno es aquello que no puede ser transformado en otro distinto de sí mismo, aquello a lo cual no se le puede añadir ni sustraer valor, poder, cognición ni deseo. Por tanto, la libertad es la ausencia de unidad; es decir, la ruptura de toda unidad formal ideológicamente hipostasiada: Conciencia, Familia, Economía, Estado...

V Premio Anagrama de Ensayo otorgado en Barcelona, el 17 de diciembre de 1976, por un jurado compuesto por Salvador Clotas, Luis Goytisolo, Xavier Rubert de Ventós, Mario Vargas Llosa y el editor Jorge Herralde, sin voto.