¿Por qué renunció el ambicioso Ceruti a la gloria cuando parecía tenerla al alcance de su mano? ¿Cómo se las arregló aquel joven más bien retraído para lanzarse a una carrera de terrorista de salón, profesional del naipe y alcahuete? ¿Qué vio durante su experiencia mística? ¿Por qué se entrega finalmente a la muerte?

Preguntas y más preguntas que trata de contestar Pinilla, su amigo de la infancia, a lo largo de una noche insomne en la que busca sin éxito causas y motivos para una actitud que considera insostenible desde el punto de vista ético.

Pero, pese a su afán de lucidez, Pinilla abre respecto a sí mismo nuevos interrogantes, de modo que, poco él poco, acaba convirtiéndose también en protagonista: hablando de Ceruti no hace, al fin y al cabo, sino hablar de sí mismo y de su propio destino, extraña e irremediablemente prendido en el de su amigo. Novela acerca de la búsqueda de la verdad, El centro del mundo constituye un comentario escéptico sobre su propio tema, pues el desenlace de la indagación de Pinilla nos recuerda que, si difícilmente podemos comprender a los demás, no hay tarea más imposible que la de comprendernos a nosotros mismos.

Cómica a veces, desgarrada otras, siempre irónica e intensa, esta espléndida novela es la primera de Enrique Murillo, cuyo debut narrativo con el libro de relatos El secreto del arte, obtuvo una acogida particularmente unánime por parte de la crítica:

«Un escritor insólito por la inteligencia, el humor, la imaginación y la desconcertante habilidad para la ocultación.» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia)

«Enrique Murillo es un excelente traductor, y esa escuela que es la traducción se le nota en la seguridad de la mano.» (Félix de Azúa)

«Un técnico consumado de la prosa. Un narrador maduro y completo.» (Rafael Cante, El País)

«Ha comenzado a tener, apenas publicado, una excelente acogida crítica. Indiscutiblemente merecida... Un narrador nato.» (Leopoldo Azancot, ABC)