ISBN | 978-84-339-6834-0 |
EAN | 9788433968340 |
PVP CON IVA | 19.9 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 328 |
COLECCIÓN | Narrativas hispánicas |
CÓDIGO | NH 333 |
PUBLICACIÓN | 21/09/2002 |
ISBN | 978-84-339-1989-2 |
EAN | 9788433919892 |
PVP CON IVA | 9.99 € |
CÓDIGO | NH 333 |
PUBLICACIÓN | 21/09/2002 |
El vampiro de la calle Méjico
COLECCIÓN:Narrativas hispánicas
«Puedo matar. Puedo hacer que la gente se mate por mí.» A Juan Borrás, el protagonista y voz dominante de esta novela, le acusan sus amantes, la policía incluso, de ser un vampiro, algo que él no comprende pero acaba aceptando. Su único crimen consciente, sin embargo, es el deseo, la persecución de la belleza. Solitario y en un principio ingenuo, Juan se deja pasivamente marcar por los otros, hasta que un día descubre que él mismo deja una marca en los que ama. «He sido tan verdugo de tantos.» ¿Será el amor la única forma hoy consentida del vampirismo? Perseguido y aislado, Juan decide salir de la tumba que es su vida de vampiro culpable para contar la historia de sus trepidantes peripecias eróticas. Y entonces aparece, asomada a una ventana que él acerca con sus miradas, Teresa, una mujer alegre, enigmática, que está dispuesta a escucharle a cambio de algo.
Sobre estos dos personajes protagónicos, sobre su intensa y ambigua relación, sobre sus diálogos entrecruzados y su inesperado descubrimiento final, se articula El vampiro de la calle Méjico, la nueva y extraordinaria novela de Vicente Molina Foix. No están, sin embargo, solos. Juan es un restaurador de arte obsesionado por los mosaicos, y el libro enlaza alrededor de esta pareja central una galería de memorables figuras secundarias: el «Soldado Alemán» Rafael, ángel de los suburbios madrileños, Claude, la intrusa inteligente y descarada, el refinado homosexual Jeremy (en unos divertidos capítulos de iniciación erótica en Venecia), Laila, la bailarina del vientre vista como simbólica madre egipcia y, por encima de todos, ese retrato conmovedor, risueño y lacerante de Esteban, el muchacho que lleva más allá de todo límite el amor loco vivido con Juan.
Contundente en el relato de la voraz sexualidad promiscua de su protagonista, cómica y trágica, ingeniosa y hondamente reflexiva, El vampiro de la calle Méjico es la gran novela de Molina Foix, escrita después de su debut como director de cine. Nunca el placer y el daño del amor, sus vuelcos y arrebatos, la necesidad fraternal de compartir el linaje del secreto, la angustia de la soledad y el privilegio del egoísmo, han sido tratados con tanta ternura y cruel sinceridad como en estas bellísimas, emocionantes páginas.
ISBN | 978-84-339-6834-0 |
EAN | 9788433968340 |
PVP CON IVA | 19.9 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 328 |
COLECCIÓN | Narrativas hispánicas |
CÓDIGO | NH 333 |
PUBLICACIÓN | 21/09/2002 |
ISBN | 978-84-339-1989-2 |
EAN | 9788433919892 |
PVP CON IVA | 9.99 € |
CÓDIGO | NH 333 |
PUBLICACIÓN | 21/09/2002 |
Vicente Molina Foix nació en Elche y estudió Filosofía en Madrid, donde reside. Vivió ocho años en Inglaterra, donde se graduó en Historia del Arte por la Universidad de Londres y fue tres años profesor de Literatura Española en Oxford. Autor dramático, crítico y director de cine (ha dirigido dos películas, Sagitario (2002) y El dios de madera (2012), su labor literaria se ha desarrollado principalmente –después de su inclusión en la histórica antología de Castellet Nueve novísimos poetas españoles– en el campo de la novela. Sus principales publicaciones son: Busto (Premio Barral 1973), La comunión de los atletas, Los padres viudos (Premio Azorín 1983), La Quincena Soviética (Premio Herralde de Novela 1988); El vampiro de la calle Méjico (Premio Alfonso García Ramos 2002); El abrecartas (Premio Salambó y Premio Nacional de Literatura 2007), El invitado amargo (coescrito con Luis Cremades) y El joven sin alma. Novela romántica, las colecciones de relatos Con tal de no morir y El hombre que vendió su propia cama y el volumen La musa furtiva. Poesía 1967-2012, que reúne su producción lírica completa. Cabe también destacar sus reseñas de películas reunidas en El cine estilográfico y el retrato de Stanley Kubrick Kubrick en casa.
Fotografía © Asis G. Ayerbe