ISBN | 978-84-339-2477-3 |
EAN | 9788433924773 |
PVP CON IVA | 17.9 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 200 |
COLECCIÓN | Narrativas hispánicas |
CÓDIGO | NH 306 |
TRADUCCIÓN | Flavia Company Navau |
PUBLICACIÓN | 01/02/2001 |
Mirada
COLECCIÓN:Narrativas hispánicas
Blanca es una modelo sometida a la dictadura de la imagen. Un mal día se le detecta una enfermedad que la volverá invisible y deberá aprender a relacionarse con la gente prescindiendo de su belleza. Tendrá que aprender una nueva manera de vivir en la oscuridad y, por encima de todo, tendrá que aprender a vivir consigo misma.
El único testigo de su transformación es un detective fallecido en acto de servicio, que la observa desde el más allá. Pero, de repente, aparece la mujer del escritor rompiendo la trama de Mirada: ¿quién se puede creer la historia de una modelo que se vuelve invisible? ¿quién cree todavía en la ficción?
Con su segunda novela, Ada Castells confirma las expectativas que suscitó El dedo del ángel, «una novela que rompe todos los moldes» (Care Santos, El Cultural), narrada con «un desparpajo y una gracia absolutamente oxigenantes» (Ana Rodríguez Fischer, Abc).
ISBN | 978-84-339-2477-3 |
EAN | 9788433924773 |
PVP CON IVA | 17.9 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 200 |
COLECCIÓN | Narrativas hispánicas |
CÓDIGO | NH 306 |
TRADUCCIÓN | Flavia Company Navau |
PUBLICACIÓN | 01/02/2001 |
Ada Castells Ferrer nació en Barcelona en 1968. Es periodista y ha cursado estudios de teología. Trabajó en la sección de cultura del periódico Avui. En Narrativas Hispánicas, además de Mirada, ha publicado El dedo del ángel, muy celebrada por la crítica: «Ada Castells ha hecho diana con su primera novela» (Biel Mesquida); «La manera descarada y sarcástica de narrar de la autora, con una pizca de comicidad esperpéntica por aquí y otra de amargura por allá» (Antonio G. lturbe, Qué Leer); «Heterodoxa y felizmente sacrílega, su astuta propuesta combina religión, memoria y sexo» (Ricard Ruiz, La Razón); «Ada Castells acierta en la entonación de una voz femenina insegura y categórica, tan cáustica consigo misma como con la realidad que la rodea y, muy especialmente, con los hombres vistos, en general, como machos de una especie más bien ridícula» (Ignacio Echevarría, El País).
Foto © Jordi Garcia