lsserley es una mujer menuda con pechos grandes y perfectos, lleva gafas de cristales muy gruesos y escotes profundos que hacen olvidar sus ojos, y conduce su coche por carreteras solitarias de Escocia recogiendo autoestopistas. Pero al Toyota rojo de lsserley no sube cualquiera. Ella sólo se detiene ante los hombres. Cuidadosamente elegidos. Siempre fornidos, saludables y solitarios que puedan desaparecer sin que su ausencia cause demasiado ruido.

Pero lsserley no es simplemente una depredadora sexual. El primer enigma que nos plantea esta novela sorprendente es el de su cuerpo. Ese cuerpo lleno de cicatrices, torturado por los dolores de operaciones de cirugía plástica, con gafas que oscurecen y magnifican a la vez sus ojos. Y el segundo, el de su deseo. ¿Qué hace con esos hombres que selecciona con tanto cuidado, esos jóvenes vigorosos, saludables, seducidos por sus pechos? Y así, de misterio en misterio, el lector comienza a sospechar que lsserley puede ser la puerta de entrada a un universo mucho más terrorífico de lo que había imaginado...

Michel Faber es un narrador de una habilidad maquiavélica que, de la mano de su protagonista, un monstruo de la mejor especie, la especie de los que poseen un alma atormentada, nos seduce con una fábula cruel sobre el funcionamiento de las jerarquías de poder en las sociedades fundadas sobre la mercancía y la ganancia.

«Sin desmerecer la espléndida creación de personajes, el verdadero triunfo de Michel Faber estriba en su prosa controlada, casi opaca. He aquí un hombre que podría competir con Conrad en la escritura de la frase perfecta» (Fiachra Gibbons, The Guardian).

«En parte novela de horror en parte fábula ecológica, Bajo la piel es una astuta ficción científica de ideas... Una inquietante, perturbadora novela que merece un público lector de verdaderos homo sapiens» (The lndependent).

«Una trama espléndida, plena de amenaza y ambigüedad... Una novela escrita con asombrosa maestría e imaginación» (Will Hobson, The Observer).

«Un libro fascinante que gradualmente, y con deliberación, se vuelve más y más extraño. Sin duda aterrador pero también muy divertido. Una curiosa y a veces cruda meditación sobre la piedad, el dolor y la perversidad» (André Alexis, New York Times Book Review).

«Una vigorosa fábula en la tradición de Jonathan Swift, pero también de Rebelión en la granja de George Orwell. Espléndidamente narrada, y auténticamente horripilante y extraña» (Peter Carty, Time Out).