Daniel Thayne es un joven británico que, siguiendo una tradición ya antigua en su país, se ha lanzado a correr mundo. Ahora está varado en Tokio, donde trabaja ilegalmente dando clases de inglés en una academia de ínfima categoría. Tiene una especie de novia, Keiko, mayor que él, divorciada, desamparada y levemente ridícula, una «Madame Butterfly» —también de ínfima categoría— que viste como una adolescente y colecciona juguetes de Walt Disney.

Daniel está harto de ese país impenetrable, del que sólo conoce el lado oscuro y miserable que se revela a los viajeros pobres y a los observadores sin fascinaciones culturales. Decide marcharse del Japón tan pronto como consiga cobrar el dinero que le deben en la academia de idiomas, pero Keiko, que no parece aceptar de buen grado los planes de su «novio», se declara repentinamente embarazada y llama a escena a su familia, el ominoso clan Harada. Daniel pierde su pasaporte en un confuso incidente, no consigue cobrar el dinero que le adeudan, y comienza a sospechar que la larga mano de los Harada llega muy lejos, y que sus negocios, aunque administrados con férrea disciplina japonesa, no son precisamente morales o legales. Y Tokio se cierra sobre el joven inglés como una inmensa trampa urbana y siniestra...

Banquete de putas, la primera novela del joven escritor inglés Matthew Kneale, ha sido saludada por la crítica como el brillante comienzo de una prometedora carrera literaria. De una eficacia narrativa notable, sin ninguno de los titubeos o excesos tan frecuentes en las primeras novelas, Banquete de putas es un libro de lectura compulsiva, un relato entre kafkiano y malévolamente esperpéntico, que ilumina los oscuros intersticios de un país y una cultura donde no todo es milagro económico y tecnológico.