ISBN | 978-84-339-7057-2 |
EAN | 9788433970572 |
PVP CON IVA | 13.00 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 160 |
COLECCIÓN | Panorama de narrativas |
CÓDIGO | PN 596 |
TRADUCCIÓN | Pere-Albert Balcells |
PUBLICACIÓN | 01/01/2005 |
El fusil de mi padre
COLECCIÓN:Panorama de narrativas
«Me llamo Azad Shero Selim. Soy nieto de Selim Malai. Mi abuelo tenía un gran sentido del humor. Decía que había nacido kurdo en una tierra libre. Luego llegaron los otomanos y le dijeron: Tú eres otomano. Y así fue como se convirtió en otomano. Cuando el Imperio otomano cayó, pasó a ser turco. Los turcos se fueron y él volvió a ser kurdo en el reino de Sheik Mahmud, rey de los kurdos. Al llegar los ingleses, mi abuelo se convirtió en súbdito de Su Graciosa Majestad, e incluso aprendió algunas palabras inglesas.
Los ingleses inventaron lrak. Mi abuelo se convirtió en iraquí, pero jamás llegó a comprender el enigma de aquella nueva palabra, lrak, y, hasta su último aliento, nunca se sintió orgulloso de ser iraquí. Su hijo, es decir, mi padre, Shero Selim Malai, tampoco. Pero yo, Azad, todavía era un niño.»
El fusil de mi padre es la historia real de un niño que vive las situaciones más adversas pero que conserva siempre las ganas de vivir, el humor y los sueños. Mientras tanto, su padre tiene a punto un viejo fusil ruso, un primo adiestra palomas acrobáticas y un hermano lucha en las montañas. Como escribe el autor: «Yo quería hablar de los kurdos de lrak, que soñaban con una vida feliz y vivieron un desastre. Pero no quería escribir como un hombre político: todo es visto a través de la mirada de un niño. Eso me permitió evocar cosas muy serias con soltura.»
ISBN | 978-84-339-7057-2 |
EAN | 9788433970572 |
PVP CON IVA | 13.00 € |
NÚM. DE PÁGINAS | 160 |
COLECCIÓN | Panorama de narrativas |
CÓDIGO | PN 596 |
TRADUCCIÓN | Pere-Albert Balcells |
PUBLICACIÓN | 01/01/2005 |
Hiner Saleem cuenta su infancia y la historia de los suyos desde la toma de poder de Saddam Hussein hasta el día en que a los 17 años huye de Irak. Un relato vivísimo de Hiner Saleem, Vodka Lemon, llevado al cine por el propio autor, ha ganado el premio San Marco en el festival de Venecia 2003. El fusil de mi padre ha sido traducido a más de veinte idiomas.
Foto © Martine Heissat