Corren los años sesenta, y Mildred tiene veintisiete años y cinco hijos. Comenzó pronto, muy pronto, a los diecisiete años, cuando tuvo a Freda, la primera y luego, a veces a su pesar, llegaron los otros. Pero Mildred Peacok no se arrepiente de nada. Ama a sus hijos, ama los placeres de la vida, aunque ésta a veces se empeña en hacérselos pagar demasiado caro, y en una época hasta amaba a Crook, el padre de su numerosa familia. Era guapo, y cuando estaba sobrio, un buen amante. Pero ahora, Mildred comienza a estar harta de su marido. Demasiados años de peleas, demasiado alcohol, demasiadas infidelidades. Los tiempos están cambiando, y ella también. Y un buen día, tras unas cuantas de esas gotas que colman el vaso, decide cortar por lo sano, despachar a Crook con armas y bagajes a casa de la Otra -que en este caso se llama Ernestine y también tiene una hija del fértil Crook-, y recuperar su libertad. Porque Mildred sólo tiene veintisiete años, y aún le queda mucha vida por vivir...

«Una primera novela divertida y conmovedora como la vida misma. McMillan jamás cae en el sentimentalismo fácil, y Mildred Peacock es un personaje inolvidable» (Detroit Free Press).

«Una vigorosa novela de supervivientes... llena de personajes complejos, vitales, que nos dan la impresión de haberlos conocido de toda la vida. Escrita en una prosa fuerte y vigorosa, nos revela un mundo escasamente explorado por la literatura» (Atlanta Journal & Constitution).

«Hay que decir que Terry McMillan es una maestra del humor negro, y del humor de negros... » (Village Voice).

«Una novela muy dura sobre una familia muy dura. Terry McMillan escribe en la lengua de nuestros días, llena de vigor y de verdad» (The New Yorker).

«Un saludable regreso al mejor realismo. Sus personajes están tan llenos de vida que podrían salir del libro y echarse a andar por las calles de los barrios negros de América. Una novela admirable» (San Francisco Chronicle).

«Alcohol, violencia, falta de dinero... las mujeres negras no lo tienen nada fácil, y a veces la tentación de rendirse acecha. Pero la heroína de Mama es una mujer muy fuerte, que avanza por la vida como puede. Y si a un paso adelante le sigue otro atrás, ya vendrán luego tres hacia adelante. Una novela llena de gracia y de valor... » (Le Monde).