Polonia, en los años del hundimiento del régimen comunista. Marysia es una muchacha de 15 años que malvive en un barracón sin agua corriente con los otros seis miembros de su familia en una deprimida zona rural. Una ayuda estatal, la concesión de una casa, les permite instalarse en la capital de provincia, una pequeña ciudad minera que para la niña es toda una metrópoli.

La ingenua y anodina adolescente, la «Niña Nadie», es objeto de burlas en la escuela y sólo encuentra cierta comprensión en dos compañeras: la deslumbrante y excéntrica Kasia, con la que entabla una amistad apasionada que bordea el amor, y Ewa, hija de enriquecidos oportunistas surgidos de la explosiva situación política, que la introducirá en las múltiples posibilidades del sexo. Estas dos relaciones transformarán a la Niña Nadie, que dejará definitivamente atrás la infancia y se dará de bruces con la sordidez del mundo adulto, en el que los ambiguos placeres de la amistad traen en ocasiones consecuencias trágicas.

El libro de Tomek Tryzna es un prodigioso Bildungsroman una novela de iniciación, de tránsito de la adolescencia a la madurez, pero también una fábula hermosa, brutal y nada inocente sobre un país, Polonia, que tras la caída del comunismo se enfrenta a la traumática reconstrucción de su identidad, siempre al borde de la esquizofrenia.

«¡Qué talento! Nos traslada al séptimo cielo del placer de la lectura... Niña Nadie asimila las enseñanzas de los más grandes, con ecos de Dostoievski y del Bulgakov de El maestro y Margarita» (Sophie Creuz, L'Écho).

«Niña Nadie no es un estudio psicológico, ni siquiera sociológico, sino más bien una especie de "cuento" para adultos, en el que la parte de sueño y fantasía le da a la novela toda su dimensión literaria» (E. Kulakowska, Le Monde).

«El estilo es ligero y chispeante, los diálogos prodigiosos» (Olivier Mouton).

«Una obra maestra... Apasionante» (M. H. Loubatié, Le Dauphiné Libéré).

«Una novela de una crueldad inaudita y de una calidad inolvidable» (Anne-­Marie Mitchell-Sambroni, Le Provençal).

«Un libro con un alto contenido de poderosa y devastadora pasión... Tomek Tryzna es un buen hombre preocupado por la gente, sobre todo por esas quinceañeras obligadas a conocerse a sí mismas y enfrentarse a su existencia en este mundo precisamente ahora, a finales del siglo XX... La primera novela polaca genuinamente posmoderna» (Czeslaw Milosz).