«Entonces, unos cuantos Estrellas Negras me agarran, en el preciso momento en que voy a caerme para siempre, y me sujetan firmemente por los brazos, uno de cada lado. Formamos una cadena. Solidarios, un bloque, un Black Block. No puedo caer, y si me corren las lágrimas ante los maderos que nos apuntan con la escopeta de pelotas de goma y quieren derribarnos, es sólo porque los gases lacrimógenos acaban de atravesarme la bufanda que me tapa la boca.»

Es la historia de una chica que cruza por el caos: de los ex países del Este a los grupos franceses de extrema izquierda, de la vida de okupa a las noches pasadas sin domir en absoluto, mirando vídeos de surf.

Landra, tras haber padecido una violación pocos meses antes, halla asilo en un grupúsculo llamado Estrella Negra Express, que se convierte en la familia, en la supervivencia, en el amor. La rebeldía anticapitalista le proporciona un escape para su «fiebre ingobernable».

Es la historia de una chica que consigue «la paz de su alma descosida» en los grupos antifacistas radicales.

«Rubia y frágil como una muñeca de porcelana, se convierte en una tigresa cuando empieza a vomitar contra el sistema. Pero, pluma en ristre, es una verdadera novelista» (Gilles Martin-Chauffier, Paris Match).

«Lola Lafon, 29 años, soltera, autora de una novela que es, a la vez, un manifiesto generacional, un manual de guerrilla urbana y el modo de sobrevivir después de una revolución» (Stéphanie Binet, Libération).

«Verdadera guía para el activista debutante» (Andrey Diwan, Technikart).

«Las confesiones, sin trampas, de una hija del siglo, violada, "muerta" y resucitada en el combate altermundista. De esta joven vida exaltada y, para ella, exaltante, ha extraído un largo poema en prosa, tierno y furioso, una de las más hermosas cosas que se hayan leído en mucho tiempo sobre esta juventud indócil y libre» (Fabrice Gaignault, Marie-Claire).

«Una primera novela emocionante de cólera y de frescor, una obra febril, cuyo subtítulo podría ser: "Todo lo que quisierais saber sobre los marginales y la ultraizquierda sin osar preguntarlo"» (Guillaume Chérel, L'Humanité).