14/10/2022
Empieza a leer 'Rabia' de Eliezer Budasoff y Javier Lafuente (eds.)
PRÓLOGO
Al abrir una grieta en la fachada de normalidad que sostenemos a diario, los estallidos sociales, las protestas masivas, las rebeliones inesperadas, nos permiten mirar de cerca de qué están hechas nuestras sociedades. No solo revelan los conflictos y la rabia que han crecido hasta hacerse inocultables, sino también las tramas de desamparo y miserias institucionales que rigen las vidas, sobre todo en América Latina, en donde conviven simultáneamente los actos excepcionales de audacia y solidaridad de los que somos capaces cuando se diluye la idea de que es posible salvarse individualmente en un país quebrado. Es decir: cuando, por un momento, se empieza a pensar en el presente – y el futuro– en primera persona del plural.
En los últimos años, por el trabajo de ambos en El País, hemos seguido la evolución de los movimientos que iban sacudiendo el continente de sur a norte. La lucha por el aborto en Argentina es, en ese sentido, la primera marca en ese tiempo cercano, difuso, que va desde la llama esparciéndose por todas partes al comienzo de las cuarentenas. La palabra «ola» que se usaba para definir un fenómeno local pasó a nombrar un estado de ánimo regional: a veces era fácil perder la perspectiva sobre la magnitud que suponían esos cambios, no tanto ya por la inmediatez, sino porque la llama fue propagándose por todo el continente y se hizo cada vez más y más grande, hasta llegar a un grado de incandescencia generalizada que no se recuerda en el pasado reciente.
Este libro, que en un principio fue concebido como una serie de crónicas que pudieran narrar la forma en que las nuevas generaciones de América Latina estaban saliendo a las calles para tratar de transformar sus países, se fue convirtiendo en una radiografía sobre el estado de la región por la misma inercia de su premisa: les encargamos a ocho periodistas y escritores que reportearan y escribieran sobre las grietas que se habían abierto en sus territorios en los años recientes. Y dentro de esas grietas, que en su mayoría siguen abiertas, no había una búsqueda plenamente consciente y ordenada de transformación: estaban las entrañas de sus sociedades en llaga viva.
Propusimos un recorrido por el continente a autores coetáneos de muchos de los personajes sobre los que escriben: del México feminicida retratado por Elena Reina a la Argentina de Estefanía Pozzo, donde las mujeres derribaron a golpes las trabas políticas del aborto; del Pacífico colombiano atravesado por la violencia y el racismo al que acude Juan Cárdenas, al Puerto Rico de los huracanes que ya no puede sostener el recuerdo de – la colonia feliz– de Ana Teresa Toro; de la Cuba que no quiere ver cómo un grupo de jóvenes educados por la Revolución, como Carlos Manuel Álvarez, cuestiona y exige cambios sin que nadie del norte los mueva, al Perú de Joseph Zárate, donde los jóvenes del Bicentenario tumbaron a un presidente y pagaron con vidas su irrupción en la política; de la Nicaragua de Ortega, a quien retó Lesther Alemán, un joven hoy preso y antes exiliado, como el periodista Wilfredo Miranda, al Chile de Yasna Mussa, que desmintió en la calle la fantasía del «oasis» de América Latina y se puso a enterrar la herencia de la dictadura.
Todos los textos conservan los giros, dichos y expresiones de cada país con los que trabajan los autores y con los que se expresan los personajes. No consideramos ni por un segundo la posibilidad de homogeneizar el infinito. Porque también este libro es un recorrido por el idioma que hablan cientos de millones de personas, y no hay palabras más propias que las que se usan a la hora del hartazgo, del dolor o de la euforia.
Aunque resulta difícil dimensionar las tragedias en un continente que se rompe y se incendia todo el tiempo, la mayoría de los países que vivieron estallidos y luchas sociales en América Latina en años recientes atraviesan hoy una situación igual o peor que la de los momentos de crisis y efervescencia política que derivaron en estos estallidos. Creer que esto diluye de algún modo el peso histórico de esas rupturas es no entender, básicamente, que no han sido lugares de llegada sino puntos de partida. Por eso son crónicas contra el cinismo: porque estos momentos de quiebre – que hicieron caer presidentes en Perú y en Puerto Rico, que lograron una ley icónica en Argentina, que sacudieron a la gerontocracia castrista en Cuba, que llevaron a sepultar la Constitución de Pinochet en Chile, que exhibieron el miedo del régimen en Nicaragua, que revelaron la debilidad del poder político en Colombia y el poder político del hartazgo en México– son los primeros pasos de procesos cuyos efectos son desconocidos.
Es algo más que una idea: los momentos y puntos de quiebre que reconstruyen estos textos están poblados de primeras veces, de contagios, de situaciones que empujaron a otros a cambiar la forma de ver y de actuar sobre una realidad compartida. Una legisladora religiosa que, en el baño de su despacho, le pide a Dios que no le quite su embarazo porque ha decidido votar a favor del aborto; una enfermera que decide asistir por primera vez a una protesta callejera; un estudiante secundario que se anima a reprender en público, cara a cara, al autócrata al que todos temen; un chef que decide ir a votar por primera vez; una heredera que decide romper una tradición y quedarse a estudiar en su país; un grupo de madres que deciden salir a romper todo hasta que las escuchen porque, de tanto perder, ya han perdido hasta el miedo... Eso es algo que no tiene retroceso. De eso trata este libro: del momento en que se abre una grieta en la fachada de normalidad y vemos de qué están hechas nuestras sociedades. Y después ya no es posible dejar de verlo.
JAVIER LAFUENTE y ELIEZER BUDASOFF,
diciembre de 2021
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