Tom Wolfe falleció en mayo de 2018, pero antes nos dejó su último regalo: El reino del lenguaje que publicó en Estados Unidos en 2016 y que se ha convertido, pues, en una suerte de testamento literario, con el máximo exponente del Nuevo Periodismo en su mejor forma. En su afilado análisis de dos vacas sagradas tan monumentales como Darwin y Chomsky se ha escrito que “lanza un cóctel molotov contra la sabiduría convencional” y que es “un vibrante ensayo, inteligente, divertido, serio, satírico e instructivo”.

Todo un reto ante los “materiales” sobre los que decidió investigar. Pero no hay que olvidar que, como escribió Joe David Bellamy en su prólogo a Las Décadas Púrpura: “Tom Wolfe es por temperamento, de principio a fin, en todas sus palabras y en todos sus actos, un actor cómico, con un exuberante sentido del humor” y añadió “el infalible ingenio de Wolfe y su capacidad para elegir ejemplos verdaderamente memorables son, sin lugar a dudas, parte de su capacidad de asimilar, transformar y humanizar el asunto que trata”.

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Muy próximamente reeditaremos dos títulos de este autor, quizá poco accesibles en los últimos tiempos. Se trata de Los años del desmadre, es decir los de la “Década del Yo”. También la gran antología Las Décadas Púrpuras, “una apabullante demostración de su versatilidad, descaro, inteligencia y profundidad”.